jueves, 17 de noviembre de 2011

Densidad Reloaded

Hoy estoy molesta... pero no con nadie ni con nada... sino conmigo misma...
Llevo un checklist de sueños para una próxima vida... pero por qué no puedo cumplirlos en esta??? qué injusto y frustante que el tiempo se haya esfumado como si nada y sin poder cumplirlos ya...

Peco de pesimista e impaciente, de intolerante y egoista (un poco... o mucho), pero los golpes que una recibe en esta vida no te dejan ganas muchas veces de seguir volando...

Qué haces cuando tus sueños se escaparon por una rendija, o que te los robaron... cuando tus deseos se volvieron polvo y el alma apenas cuelga del ultimo hilito de esperanza.... (si, ya se, soy una exagerada...)

Qué torbellino de emociones! qué difícil sentir tantas cosas, tener tantos temores, reprimir tantos pensamientos...

Quiero demasiado... tengo tanta sed de vida... ganas de salir corriendo hasta llegar al final del arco iris (habrá un tesoro?), ganas de explotar, de decir todo sin importar las consecuencias.... ganas de sentir sin miedo a que duela, de volverme loca sin que me juzguen, desquiciada!!! (no estoy lejos), un incontenible deseo de abrirme el pecho y sacarme este corazón hecho añicos y frío témpano...

Muchas veces me cuesta mantenerme fuerte... cuesta seguir caminando con la cabeza en alto... cuesta y cuesta y cuesta mucho...

No quiero dejarme caer, no debo dejarme vencer por fantasmas ni recuerdos estúpidos... No quiero caer de nuevo en ese charco, ya salí de ahí, sería tonto tirarme de nuevo...

Amo esta vida, les juro! aunque parezca que reniego de ella... sólo que se hace difícil convivir con el dolor ajeno y propio, te da una impotencia inaguantable... cuesta llevar cargas que no sabes de donde salieron, cuesta arrastrar la bolsa de sueños rotos y llevar la caja de desilusión en la espalda...

Cuesta querer comerse el mundo, tener esos deseos incontrolables de conquistar el universo como cerebro! y luego mirarse al espejo y darse cuenta que solo sos pinky... y ver que no tenés más que las ganas, porque lo demás no existe más que en tu cabeza...

Qué haces con toda esa energía que explota dentro tuyo como estrella en nacimiento, con ese fuego que arde sin parar en tus entrañas??? Y saber que no podés hacer nada? Frustra conformarse...

Y qué si le pido a la vida que me de un nuevo comienzo? Creo que no es mucho pedir, creo que lo valgo!!!
Y si quiero pedirle una nueva oportunidad sería tan egoísta de mi parte??? me atrevo a decir que no...

En fin... simplemente es una catarsis, una queja sin sentido, que total las cosas seguirán igual, cest la vie... Pero bueno, que el mundo no se termina porque yo no cumplí mis sueños... y quién sabe, siempre podría abrirse alguna puerta, ventana, agujero siquiera, que signifique para mí alguna oportunidad de cumplir alguno de esos etéreos deseos...

Y bue... como dicen los optimistas... siempre sale el sol de nuevo... pero... y si amanece lloviendo? ya, ya se, que después va a salir el sol no? y bueno, que no la dejan sufrir y disfrutar a una de su masoquismo...

Yo seguiré pataleando, a veces me caeré, a veces volaré alto, otras lloraré, seguro que reiré un montón aunque en el fondo duela... pero todo lo que haga trataré de hacerlo lo mejor posible e imposible que pueda...

domingo, 13 de noviembre de 2011

Impotencia, Desaliento y Culpa...

Impotencia es tu nombre, lo sé, porque cada día me acompañas en mi rutina. Cada mañana me despiertas con ese beso macabro y frío, me das de desayunar una taza de angustia para empezar el día...
Me llevas de la mano al trabajo, y te ocupas de hacerme saber que lo que ronda mi cabeza no podré resolverlo...


Desaliento, a ti te conozco bien, te toca el turno de la tarde, cuando ya el cansancio me tira el ánimo y el cuerpo ya no responde... Te gusta mostrarme que no importa cuánto lo intente, no voy a poder, no voy a lograrlo...


Y como olvidarme de ti, Culpa maldita, imposible hacerlo, si tu me cargas en tus hombros al final del día, me acompañas hasta casa y te acuestas a dormir conmigo, a velar mis más dulces pesadillas...


Mis tres marías, mis tres mosqueteros, mi trío perfecto para el dolor... deseo liberarlos de tan cruel tarea para conmigo, quiero que se vayan, que me dejen crecer sola, que me abandonen a mi suerte...


Ya no quiero sentir que no puedo... ya no quiero sentirme en el suelo... ya no quiero una sonrisa apagada ni una alegría forzada... no quiero alucinar con la felicidad...


Déjenme ser, déjenme estar en paz conmigo misma, gracias por todo, ya no los necesito... Ah! y déjenme un frasco de pastillas contra el dolor ajeno...

.....

martes, 7 de junio de 2011

Jamás aprendiste a amar...

Yo te quise a mi manera, libre, salvaje, sincera, yo te quise como el viento ama a la hoguera...
Te quise con dolor, contra viento y marea, te quise hasta sentir mi alma en condena...
Y Tu me tenías allí, presa en tus brazos amables, me tenias completita, sin prisa y afable, no luchaba contra el tiempo, y Tu, me tenías toda... A pesar de eso dudaste, y me dejaste en zozobra...

Pero el amor todo lo vence, dicen los soñadores... Todo lo perdona dicen los trovadores...
Y te acepté así, impuro y arrepentido, sabiendo que volvías ya sin ser mío...
Triste corazón mío, que luchó contra ese antojo que tu cuerpo buscó en otros brazos y otros ojos...
Aún así te acepte, aún con la herida abierta y contra mis celos luché, contra fantasmas y bestias...

Y el tiempo pasó sin prisa, sin lavarme las heridas, y la duda me invadió, una salida quería...
Así partí al destierro y me alejé de ti, me escapé de los fantasmas, de tu risa, de mí, de esa niña cautiva
que dejó la libertad aquella noche vacía para no dejarte escapar...

Al pasar el tiempo creí que tu corazón aún mío sería, pensé que como yo un día lo hice, perdonando volverías... Pero frío y cruel destino, vida siniestra me muestras que aquél sacrificio que hice fue mi tonta condena...

Tu no sabes de perdones, ni de dar la vida entera, Tu no sabes de amores que valen la pena...
Preferiste mirar lo sombrío de mi esperada partida, y te olvidaste que te amé sin condición un día...
Ya no recuerdas la hiel que me diste de tomar, ya no te acuerdas que ayer estuviste en mi lugar...
Pues bien, no vale la pena ni una lágrima derramar, por tí cretino sin alma, que jamás aprendiste a amar...

Celia Cristaldo.-
"Cuando el dolor se convierte en gloria, no hay caída que me retenga en el suelo"
cmcc2011

viernes, 1 de abril de 2011

Olvidarte...


Cómo olvidarte!? Cómo lograr sacarme tus recuerdos?
Cómo hacer que el tiempo se lleve todo lo que siento?
Tu voz, tu gran sonrisa, la suavidad de tus manos...
Tu aliento, tus caricias, el calor de tus abrazos...

Cómo sacarte en un suspiro, dime, cómo lo hago?
El no poder olvidarte es pagar un precio muy alto...
Quiero dejarte atrás, como el verano siniestro que parte
cuando el otoño encuentra su momento...

Olvidarte, eso quiero, que se me nuble el pensamiento,
y en cada día que corre pintar un nuevo comienzo,
donde tu voz no retumbe, ni tu rostro se asome,
donde el sol no te alumbre y mis ojos no lloren...

Puedo, yo sé que puedo, mi alma lo pide a gritos,
y dejaré de quererte, y ya no serás mio...

jueves, 24 de marzo de 2011

Mi desiderata...


Hoy desperté con la certeza de que la vida y el tiempo no estarán esperándome a que decida si estancarme o seguir caminando...
Desperté y "desperté" de un sueño lleno de realidades nefastas, cargado de negación y dolor, de una versión mía decidida a hundirse en un pozo hasta morir...
La alarma de la realidad sonó justo a tiempo, con un timbre que hizo sangrar mis oídos... y mi corazón...
La soledad hizo huecos en mi alma, y la tristeza me convencía día a día de que jamás saldría a ver la luz... y sigue siendo difícil, y la soledad sigue estando, creo que tendré que amigarme con ella...

Pero hoy, quiero dejar atrás el pasado, en donde pertenece, de donde nunca debió haber salido, ese pasado que no me deja salir a flote y me pesa cual ancla...
Quiero apartar de mi sendero a la gente que no sabe ver mi corazón, a quienes no ven lo que valgo, a quienes no saben perdonar, a quienes me lastiman y a quienes no volverán...
A quienes no me dejan crecer, a los que no saben el valor agregado que le doy a sus vidas, y por supuesto, a quienes no aportan nada a la mía...
De esta forma, habrá lugar para quienes traigan paz, armonía, amor, compañía, amistad a mi alma, y me ayudaran a renacer, a crecer y a ser...
No, no es fácil, y mucha lucha aun habrá, y querré retroceder unos pasos para desvalorizarme, moriré de ganas de torturarme con lo que no tengo y lo que no puedo tener, sin ver lo que tengo a montón delante mio... pero tengo un Dios que me traerá ya sea a rastras de nuevo al presente, que no dejara que caiga, y que me cargara en sus brazos si lo hago...

Sí, tengo miedo, y dudas, y dolor, pero lo que me hace fuerte, a cuenta gotas, es estar consciente de que soy humana, con desaciertos y defectos, pero también tengo logros, y un corazón gigante que me hace pesar 10 kilos mas de lo que me gustaría...
Aun puedo soportar mas golpes, porque los habrá, y si ya no morí a causa de estos, ya no moriré, habrá otra oportunidad para todo... cierto, nunca sale lo que se planea ni todo lo que deseamos se cumple, y juro que quiero creer que todo pasa por alguna razón... es cuestión de aceptar y por sobre todo de aceptarme...

Por todo esto, hoy quiero que sea el primer día del resto de mi vida, darle la bienvenida a un nuevo amanecer, que si bien aun la noche deja sus rastros, ya clarea, y el sol promete salir iluminando un nuevo y esperanzador día, en el cual aun no se que va a pasar...

martes, 22 de febrero de 2011

El lamento de mi guitarra


Mi guitarra lloraba triste, y me preguntó por ti… hace tanto que no viene, hace tiempo no lo veo, me dijo entre cuerda y cuerda, recordando tu canción…

Lo dejaste ir acaso? Lo ahuyentaste para siempre? Dime, porque no ha vuelto?

Le expliqué entre lágrimas que te fuiste lejos, que te deje partir, te eché de mi lado y que no volverás, le dije tocándola suave, que traicioné tu amor, que tus oídos ya no podrán oír su dulce canto, que ya no vendrás a verla cantar…

Sonó un lamento desde sus entrañas, su canción se volvió triste y apagada, ya no quiere tocar para mí, ya no cantará cuando le pida, solo entonará himnos de angustia por tu partida hasta morir, solita, en un rincón del hogar…

sábado, 19 de febrero de 2011

Miedo a mi...


Hoy tengo miedo de perder el rumbo, de tener el valor de soñar, de vivir, de amar…

Tengo miedo de buscar en mi interior lo que he perdido, porque tengo miedo de que sea lo que andaba buscando…

Tengo miedo de cambiar y de seguir siendo la misma, tengo miedo de volar, y de caer en el abismo…

Miedo a intentar y a fallar, pero acaso no es el peor de los fracasos el no intentarlo siquiera?

Tengo miedo de aceptar que no puedo, miedo a lastimar, a romper corazones…

Miedo a la soledad, eterna soledad que me acompaña, y si esta conmigo es porque la dejo…

Me siento morir, ahogada en el canal de parto, temiendo por lo nuevo, odiando lo viejo, y perdiendo lo que tengo…

Estoy perdida, lo se, no tolero mi propia compañía, tengo miedo de perder la cordura, de que me venza la locura, tengo miedo de perderme…

Me tengo miedo a mí misma…

domingo, 30 de enero de 2011

Mea culpa?


Nuevamente yo, la estupida ironia me concibe... nuevamente me cubro de torpeza y pesadumbre.
Me cubre el velo negro del desencanto, me tumba la desdicha, un halo de incertidumbre me rodea...
Mi lado oscuro despierta, se apodera de mi alma, entristece mis amaneceres y tira al abismo toda esperanza...
Quiero luchar, quiero escarbar hasta lo mas profundo y llegar al nucleo de esta tristeza... quiero encontrar la raiz de mis males y al fin tenerme FE.
A cada paso, tropiezo... me obstaculizan las dudas, los miedos, cada pensamiento me inunda indagando, y oculta toda certeza.
Quizas erroneamente creo que todo lo que me rodea, no lo merezco... pero por que? Por que me hundo en este charco de culpas? Por que no puedo volar si tengo alas ni brillar si tengo luz?
Quiero, puedo, merezco, pero no me lo creo...
Simplemente, tengo que vivir y lo que debe de ser, sera, me dicen... no se... quizas...
Solo se que en este momento, mi mente debe descansar sobre el papel para no ocupar mi existencia ni bloquear mi sentir...

sábado, 29 de enero de 2011

Confesiones del Alma...

A veces quisiera dejar de lado mis penas, mis conflictos, y firmar el tratado de paz con el amor.

Quisiera olvidarme de mis batallas internas que terminan lastimando a un ser neutral.

Quisiera dejar de sentirme tan fría, tan vacía de amor, y rendirme a sus pies, dejándome amar y aprendiendo a hacerlo.

Quisiera a veces cerrar la corriente de mis penas, filtrar las ideas que expulsa mi mente, separar las alegrías de las tristezas y aprender a vivir del modo en que el corazón me enseñe.

A veces quisiera sacar con mis manos ese sentimiento de culpa que me llena y arrojarlo al olvido. Sentirme libre de amar sin condiciones, sin miedos, sin complicaciones y entender que el amor es algo tan simple como respirar.

Quisiera tanto echar por la borda mis debilidades, elevar el ancla y partir hacia donde me lleve el viento, sin miedo al desafío, sin temor a naufragar, ya que tarde o temprano todos lo haremos.

Partir hacia el ocaso, donde sé que me espera un corazón abierto sediento de mis riquezas, añorando compartir conmigo sus alegrías y sus desdichas.

Pero lo que más quisiera, no sólo a veces, sino siempre y para siempre, es vencer este miedo que se apodera de mi, que me acorrala y no me deja ver la salida, que me ahoga lenta y dolorosamente, que no me deja respirar, que mata mis ilusiones y frustra mis sentimientos, que no me deja distinguir entre lo que quiero y lo que debo, y que, por sobre todo, me avergüenza y me hace insignificante ante mis propios ojos.

Este miedo a amar por sobre todas las cosas me impide seguir viviendo y me atormenta con sus otras caras. A veces me da tanto miedo vivir libremente y perderme en el camino, me da miedo el fracaso, la desdicha. No me deja entrar a mi propio ser interior, no me permite conocerme ni explorarme, ni siquiera me deja amarme...

La angustia crece cual cizaña dentro de mi vida; va invadiendo, lento pero seguro, cada rincón de mi alma y acorrala mis virtudes, las pocas que tengo.

Parece ser que para mí, querer no basta. Aún así, queriendo amar, queriendo sentir, queriendo vivir, queriendo ser, no logro vencer a mis fantasmas.

Quizás no lucho lo suficiente como para ganar mis batallas; pero, aunque he perdido la mayor parte de ellas, aún no he perdido la guerra...

CMCC