lunes, 24 de mayo de 2010

Una mujer inteligente y feliz


"Si una mujer se muestra feliz, sonriente, contenta, fija que el rollo supone que anoche ligó, que tiene novio nuevo, que se va a casar o que está embarazada.

Esta forma de pensar retrógrada entiende que la máxima y única aspiración femenina es atrapar a un incauto señor, arrastrarlo como víctima hasta el altar, convertirlo en marido, tener hijos con él y dedicarse a tareas hogareñas, tales como lavar, planchar y guardar en el placar calzoncillos, calcetines, camisas y pantalones.

Así se promueve una imagen estereotipada femenina y se da por hecho que la máxima aspiración de toda mujer se concreta a diario a través de una aspiradora. Por supuesto que casi todas las féminas anhelan encontrar un compañero amoroso, comprensivo, emocionalmente sólido, trabajador, inteligente, etc., con quien formar una pareja, una familia, tener hijos.

Pero esa no es la única alternativa de felicidad que tienen las mujeres inteligentes de este tiempo. En el mercado laboral, ya no es novedad el surgimiento cada vez mayor de chicas jóvenes que se destacan como excelentes profesionales. Incorporadas a las organizaciones, ellas ambicionan acceder por mérito a puestos de primera línea y convertirse en líderes de su especialidad.

Para eso cultivan conocimientos, van a la universidad y no se conforman con obtener un diploma. Aplican para estudios de posgrado en las mejores universidades del mundo, en las que son aceptadas y obtienen excelentes maestrías y doctorados.

Pero ¿por qué una chica que fue aceptada en una de las universidades más calificadas del planeta encuentra poca celebración en su entorno? En cambio, aquella que está preparando su fiesta de casamiento, anda tras la prueba del vestido, de la lista de invitaciones, de la lista de regalos, obtiene el beneplácito de la generalidad. La joven que cuenta alborozada entre sus amistades: “Me aceptaron en la Universidad Equisplus!!” recibe una tibiecita respuesta. Alguien le pregunta por el costo de esos estudios, y cuando dice la cifra hay un desmayo generalizado que poco a poco se va convirtiendo en crítica. ¡Pero para qué vas a gastar tanto! La que se va a casar dice que ella gastará lo mismo en su fiesta de casamiento, y a todos les parece bárbaro porque-una-se-casa-una-sola-vez-en-la-vida. Bueno, algunas se casan más de una vez, porque se sabe que hay que casarse todas las veces que sea necesario, como decía Hemingway.

La actitud machista no es patrimonio exclusivo de los varones. Es lamentable la cantidad de mentes femeninas que son portadoras pasivas del machismo que las mantiene domesticadas, limitaditas e intoxica sus neuronas para que todo siga funcionando como siempre"

(porCarla Fabri - Diario ABC Color - 23/05/2010)