miércoles, 28 de abril de 2010

Tu me quieres blanca... y a mi que me coma el pio???


"Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada

Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.

Tú que hubiste todas
Las copas a mano,
De frutos y mieles
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.
Tú que en los jardines
Negros del Engaño
Vestido de rojo
Corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
Conservas intacto
No sé todavía
Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
Me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡Me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,
Vete a la montaña;
Límpiate la boca;
Vive en las cabañas;
Toca con las manos
La tierra mojada;
Alimenta el cuerpo
Con raíz amarga;
Bebe de las rocas;
Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta."

Alfonsina Storni (una de mis favoritas) fue una escritora argentina del post romanticismo y debido a sus azares en el amor, expresó un proto feminismo que muestra la fortaleza de la mujer ante las exigencias del hombre por demostrar virtud, pidiéndole ella como yo poético femenino, pasar por un periodo de purificación que purge sus anteriores desvaríos de alcoba y allí recién si podrá exigirle castidad. Blanca connota el tema de la pureza, para ello se aglomeran adjetivos y sustantivos que corresponden a esta idea como alba, casta, nácar y espuma.

El feminismo rescata la sexualidad femenina como demostración y posesión máxima de libertad, como aún no estaba este movimiento estructurado ideológicamente, le quedó reservado el espacio del arte para plantear sus lineamientos ideológicos. La mujer se rebela para que la castidad no sea impuesta como un certificado de virtud. Desde el tema de género la mujer reclama al hombre la hipocresía por la experiencia sexual que tiene acumulada y le pide limpiar con penitencias de dolor físico y arrepentimiento el placer en que excede a ella y aventaja.

Hay que notar que el poema no busca generalizar sino recrear situaciones que se pueden reconocer como mímesis de lavida. El amante del yo poético femenino ha cedido a su impulso erótico dejando ser subyugado por él, su ideal es de Baco, porque ha acumulado placer. Ella no muestra proezas en el amor porque su voz está silenciada por el prejuicio social, que por cuestión de apariencias le prohibe expresión. Ella puede velar la confesión de una experiencia antes del requerimiento de este amante, pero cuantitativamente se actualiza de menor frecuencia.

El yo poético femenino defiende su historial erótico como una esfera de privacidad y espera limitarlo en las coordenadas espacio y tiempo del pasado; para que esto no tenga que pesar como un factor para calificar su presente. Ella como voz autónoma no presume del Eros, lo asume sin vergüenza ni arrepentimiento, como una verdad de una evolución que le ha llevado toda una vida y se ha dado en el momento oportuno. Este poema defiende el estado natural de la mujer, dueña de un espacio que le permite atender a sus necesidades con igualdad de derechos que el hombre, sin por eso ser juzgada

Alfonsina Storni defiende la disposición del Eros femenino en este poema, no desde el punto de vista del exceso ni mucho menos de la presunción; sino como una esfera de su vida que tiene un desarrollo en el tiempo; por ello cuando se habla de pasado, exige nivelar las diferencias con el hombre que le exige castidad como prueba de virtud.

-----