domingo, 11 de julio de 2010

Una luz al final del túnel...


Recuerdo alguna vez haber escrito que la vida nunca es lo que uno planea, lo que uno quiere que sea… pero lo escribí con rabia, despotricando por las vueltas que la vida había dado y por las cosas que iban pasando, que iban desfigurando mi futuro tan bien presentado desde un principio, iba debilitando mi fe al mundo, a la gente, y por sobre todo al amor… fueron muchas cosas que hicieron de mi una completa y feliz Heartless Bitch…


Grande es mi sorpresa hoy día, en el que me nace escribir de vuelta sobre esta situación llamada Vida, en la que nuevamente veo todo patas arriba, todo cambiado, nada ajustado a las predicciones tiradas sobre mi cabeza, asombrada de cómo la vida dio un giro kamikaze suicida, como las cosas que parecían seguras y dadas por hechas, se tornaron nada… pero el aire con el que percibo esto es refrescante, un hermoso desastre, mi Big Bang personal...


Hoy que me toca escribir de nuevo sobre esta vida loca, puedo ver las cosas con ojos diferentes, como si hubiera nacido de nuevo, con la fe puesta nuevamente en las cosas sobre las cuales ya ni quería hablar, reivindicándome en las creencias rechazadas, admirando cómo el destino obra sobre mi trayectoria…


Es increíble como toda “catástrofe” que empezó haciéndome daño tuvo repentinamente un sentido de ser… “Las cosas pasan por algo” suelen decir los soñadores… y hoy puedo dar fe de que es así… y uno no cree hasta que lo vive…


Hoy puedo decir son satisfacción que la vida da tantas vueltas como sean necesarias para armar el cubo de Rubik de nuestra existencia… y, aunque haya momentos en los que sentimos que ya nada tiene sentido, que todo está perdido, que todo lo que nos pasa es malo y que estamos empayesados… siempre hay una luz al final del túnel, que no necesariamente es el tren…