miércoles, 30 de junio de 2010

100% Mujer... basta de preconceptos!

Solteras de 30, ¿fracasadas?

Mujeres futbolistas, ¿marimachos?


Divorciadas divertidas, ¿libertinas?

Aunque difícilmente lo reconozcamos, muchas mujeres vivimos huyendo de los tabúes y fingiendo que no nos importa lo que piensen los demás. Hasta nos jactamos de ser únicas y originales, tratando de auto-convencernos de que no somos víctimas de la moda ni tenemos en cuenta los modelos impuestos por la sociedad, cuando en el fondo y oscuro interior vivimos pendientes de las tendencias intentando acercarnos a esa imagen aceptada por la mayoría.

Obviamente la mayoria de las veces escapamos a esos estandares, pero lastimosamente nos suelen salpicar alguno que otro comentario que nos pica…

Así, una mujer que a su trigésima primavera sigue sin anillo de compromiso en el anular izquierdo tiene tatuado en la frente “viste santos”. Igualmente, una veinteañera que no va a la universidad está prácticamente condenada a limpiar la casa y cuidar la docena de hijos (suyos, de los parientes, vecinos, amigos... )

¿Debemos aceptar o luchar contra estos “modelos”?

* Desarreglada para que crean en mí: No es peligrosa para cierto número de especímenes masculinos aquella mujer que se presenta en “buen paquete” porque tienen la idea de que no cuenta con sustanciosa materia gris. Que una mujer sea bonita, no condiciona su nivel de astucia y mucho menos de intelectualidad.


* Lo de la rubia tonta ¿será cierto?: Todo bien con la guerra de chistes machistas versus feministas, pero ¿por qué se toman con las rubias? ¿acaso no conocieron morochas bien brutas? Nos preguntamos si la historia de rubia-hueca ¿surgió de los hombres que no soportan que una mujer sea bella e inteligente a la vez?; ¿será un mecanismo de defensa? De que hay tontas, las hay: rubias, morochas y pelirrojas. ¡El color del pelo no importa!

* Complejo de gordas: ¿Quién no tiene una amiga “Barbie” que despierta esa “envidia sana” por su figura? Lo malo de estas niñas es que quieren que todos las alaben repitiéndoles lo bellas que están cuando dicen “estoy gorda y fea”. O les regalamos un espejo de su tamaño, o les aplicamos la ley del hielo cuando nos discursean esos complejitos; si aún así se creen obesas ¡les recomendamos un médico! Hoy, los problemas alimenticios son frecuentes y las tallas de ropa no nos ayudan. Algunos pantalones “M” (medianos) parecen extra pequeños y las blusas holgadas son XXL (Extra-Extra-Grande). ¿Quién no se trauma con su peso así?

* Ser sexy no es ser fácil: Unos buenos tacos son elegantes pero el usarlos no significa que solo queramos llamar la atención de “ellos”. Así como un escote “interesante” no se traduce a que sea una “anzuelo” para pescar hombres. ¿Podemos lucir en paz lo que Dios nos dio? Convengamos que hay mujeres y mujeres, pero las que queremos asistir espléndidas a una fiesta -léase sin que nos molesten por la tela que falta- ¿debemos ponernos una sotana?

Estas son sólo algunas de las situaciones diarias de las mujeres, algunas pelean, otras simplemente se acomodan.. ¿pero somos conscientes de que es perjudicial?

Algunas veces hasta resulta doloroso saber que las propias mujeres tienen este pre-concepto de otras. Demasiado arreglada es “demasiado fácil”. Ninguno de los extremos es saludable. Mucho arreglo, gran inversión; muy desaliñada, poca atención hacia sí.

Un estudio del Mental Research Institute (Instituto de Investigación Mental, California- Estados Unidos) revela que existe una “comunicación no verbal”, o “Nueva Comunicación”, en que sólo la presencia de una persona transmite un mensaje involuntariamente. Esto a su vez, como consecuencia y de manera inevitable, crea una predisposición del otro para tratarle o evitar a la otra persona. ¡Enviemos buenos mensajes!.

¡Pero no se preocupen chicas! Son solo estereotipos. Depende de nosotras que estos nos determinen o no. Somos libres de decidir qué usar, cómo, cuándo y dónde queramos. El desafío está en ser originales y lucirlo con orgullo. Lento pero seguro iremos descubriendo nuestra verdadera mujer interna y ellos pueden llevarse una grata sorpresa.